Monday, April 28, 2008


Yo fui la más callada

de todas las que hicieron el viaje hasta tu puerto.

No me anunciaron lúbricas ceremonias sociales,

ni las sordas campanas de ancestrales reflejos;

mi ruta era la música salvaje de los pájaros

que soltaba a los aires mi bondad en revuelo.

No me cargaron buques pesados de opulencia,

ni alfombras orientales apoyaron mi cuerpo;

encima de los buques mi rostro aparecía

silbando en la redonda sencillez de los vientos.

No pesé la armonía de ambiciones triviales

que prometía tu mano colmada de destellos:

sólo pesé en el suelo de mi espíritu ágil

el trágico abandono que ocultaba tu gesto.

Tu dualidad perenne la marcó mi sed ávida.

Te parecías al mar, resonante y discreto.

Sobre ti fui pasando mis horarios perdidos.

Sobre mi tú seguiste como el sol en los pétalos.

Y caminé en la brisa de tu dolor caído

con la tristeza ingenua de saberme en lo cierto:

tu vida era un profundo batir de inquietas fuentes

en inmenso río blanco corriendo hacia el desierto.


Julia de Burgos

3 Comments:

Blogger Abril_de_otoño said...

que bello escribes,
por fin pude venir a visitar tu blog
espero
volver mas seguido,

saludos desde aca


abril_despidiendo_abril

9:27 PM  
Blogger Arlene Griselle said...

Abril de Otono:

ESE NO ES MIO, ES DE UNA GRAN POETISA PUERTORRIQUENA, JULIA DE BURGOS. GRACIAS POR VISITARME

7:52 PM  
Blogger SÓLO EL AMOR ES REAL said...

Hermosas letras...

Te bendigo
que seas siempre
la luz que eres

Paz,

Isaac

11:24 AM  

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