AHI DE MI CONTIGO

¡Ahí de mi contigo!, soledad maldita,
cobarde, temblorosa, traicionera.
Te aferras a la tierra que sembraste
de huellas de dolor y de quimeras.

Te aferras a mi alma con bravura,
torciendo mi interior con cada paso;
diciéndole a la muerte "aún no es tiempo,
cuando acabe con ella te la paso".

¿Acaso te me anuncias en la puerta?
"prohibido el paso",
poniendo las señales de peligro,
a cada transenuante que aligera el paso?.

Soledad... amarga fruta,
de sabor incierto,
terrible realidad que me consume,
te odio por que hierves en mis venas,
te odio porque ocupas tanto espacio.

autor: Arlene Griselle Acevedo

(Griselle)